Autoevaluación
A estas alturas, estoy prácticamente casi terminando el máster de formación
de profesores de ELE, a veces me cuesta creer que ya ha pasado un año desde que
inicié mi formación, fue realmente increíble que pudiese llegar hasta este
punto del máster pues con mi bebé absorbiendo todo mi tiempo pensé que me rendiría
antes de tiempo, pero quisiera reconocer a mi marido por su tiempo, sus “porras”
y por seguirme impulsando a culminar este master siempre quise realizar.
Estoy muy orgullosa de mis aprendizajes y más aún de poder ponerlos en práctica,
con mis alumnos en mi escuela de idiomas. Pues cada modulo de cada asignatura,
han contribuido a la mejora de mi desempeño docente, pues cada vez reflexiona más
y más los resultados de las actividades empleadas en clase, así como las
herramientas que utilizo, los tiempos, recursos, etcétera; considero que este
semestre ha sido clave para mi personalmente para comprender todo lo
relacionado a nuestros alumnos, no tanto a mi y mis compañeros con nuestro desempeño
docente, si no también enfocado a la calidad de enseñanza para nuestros
alumnos.
He tomado más conciencia por ejemplo en la manera de evaluar a mis
alumnos, pues anteriormente utilizaba un método cuantitativo y no le prestaba
la atención necesaria a lo cualitativo; por otro lado en la muestra 5 mencioné
los aspectos cualitativos y los criterios de evaluación dentro del MCER, aunque
ya estaba un poco familiarizada con el MCER, no lo tomaba tan enserio al
momento de evaluar a mi alumnado, era un poco más cuantitativa mi evaluación, y
en pocas ocasiones era cualitativa sin tener una base para poder juzgar de
manera adecuada el progreso de mis pupilos. Luego de ver más a fondo el MCER en
la asignatura de Evaluación, me ha puesto a reflexionar sobre todo lo que quizás
evalúe de manera empírica y posiblemente no tan acertada, lo positivo de esto
es que he aprendido de los errores que quizás cometí al momento de evaluar a mis
aprendices, además de que nunca les he planteado que realicen una
autoevaluación y una coevaluación, siendo estos dos claves para que el alumno
interiorice y juzgue por sí mismo sus aprendizajes, creando en él, una actitud
de control de su propia aprendizaje así como a desafiarse personalmente
La muestra 4 contiene información sobre el tipo de contextos en donde se
pueden desarrollar las clases de idiomas, como lo mencioné en dicha muestra,
solo creía que existía la enseñanza pública y privada u dentro de las mismas se
dividían en reglada o no reglada; Luego de poder acceder a toda esta información
brindada en la asignatura, me abrió el panorama de la enseñanza, ya que puedo
ahora puedo, en primera instancia, ubicar el contexto de enseñanza en donde doy
mis clases, en segundo me ha concientizado en la forma en que “veo” a mis
alumnos, pues nunca será igual la enseñanza de inmersión a la de no inmersión, esta
última implica más retos y esfuerzo tanto como para el docente, como para el
alumnado; en tercero, y por último, he reflexionado sobre los diversos
materiales, en especial las TICs a las que puedo acceder para poder brindar conocimientos,
no solo situacionales y por tareas, si no significativos formando estudiantes interculturalmente
competentes, utilizando la colaboración entre alumnos, mediante la tele
colaboración y el tele tándem.
Como lo mencioné en la muestra 7 la tele colaboración y tele tándem, son esenciales cuando estamos en un
contexto de no inmersión, dado que el alumno no tiene un contacto “real” y no
es una “necesidad” la lengua meta, las actividades dentro del tándem, logran
acercar al alumno a ese uso “real” de la lengua. Aunque había utilizado
previamente en algunas de mis clases este tipo de actividades, no las llevaba a
cabo al 100%, pues era simplemente una idea de mis conocimientos empíricos, ya
que fue de esta manera que yo perfeccioné mi inglés, contactando a extranjeros que
quisieran aprender español en línea, era sumamente complicado.
Por último quisiera mencionar que la muestra número 6 me hizo sentir orgullosa
de mi desempeño docente, pues a lo largo
de mi carrera este ha sido uno de los puntos más controversiales en la enseñanza
de lenguas, siempre sostuve que la L1 del estudiante se puede utilizar en las
clases de la lengua meta, y conforme va avanzando el léxico y nivel del alumno,
el uso de la L1 “irá disminuyendo” de tal forma que no se cree esa ansiedad en
la clase, como lo indica Mar Galindo (2012) “La frecuencia de uso de la L1
decrece conforme aumenta la competencia de los aprendices, si bien las
funciones se mantienen relativamente constantes en los tres niveles. Lo que
parece cambiar, en todos los casos, es el porcentaje de uso de la primera
lengua de los estudiantes”.
Esto fue algo controversial
como lo mencioné anteriormente, pues siempre trate de mostrárselo a mis
directivos, pero todos estaban escépticos, aunque finalmente me permitían coordinar
a mis colegas(cuando fuí coordinadora docente) y dar clases como yo decidiera (cuando fuí profesora de idiomas), nunca estuvieron totalmente de
acuerdo con mi metodología, sin embargo al ver el avance de los alumnos me
reconocían mi labor docente. Ahora tengo información que respalde la
metodología sin sonar como una profesora “alocada” que está inventado métodos nuevos
y un poco locos.
Ahora que tengo mi propia escuela donde imparto clases privadas, y con toda esta valiosa información que he recibido de este máster, puedo asegurar que mi desempeño docente, será holístico y permeable, de manera que pueda ser una profesora de español reconocida en mi comunidad y más por mi excelente labor; y quizás un día pueda dar clases a nivel universitario, pero bueno eso lo sabré más adelante.
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